Digitalización y Transformación Cultural

Internet, las redes sociales y los dispositivos móviles han conferido a las personas una accesibilidad y un poder inimaginables hasta hoy. Los procesos de compra se apoyan cada vez mas en internet. Los clientes tienen un abanico de opciones y una facilidad de elección desconocidas hasta ahora. Estos cambios, que empiezan en una nueva forma de relacionarnos con la información

En este entorno las empresas deben iniciar cambios coordinados para generar procesos más integrados y eficientes en la gestión de los datos y la información, para aumentar y mejorar los puntos de contacto con el cliente, para crear nuevos servicios y productos que aumenten la experiencia de marca, y finalmente explorar diferentes modelos de negocio, que basados en las tecnologías, complementen el negocio actual.

Todo ello debe hacerse a un ritmo acelerado dado el entorno de competencia más abierto, global y complejo en el que vivimos. Por eso es necesario Transformar más que cambiar. En nuestra experiencia este proceso exige, además de una clara idea del proyecto, un gran esfuerzo interno en la gestión del cambio.

Los procesos de transformación digital, por su naturaleza, alcance y enfoque, son muy diferentes a los procesos tradicionales de implantación de “proyectos tecnológicos”. La digitalización implica trabajar en nuevas áreas en las que la empresa tiene poca experiencia, con capacidades distintas a las que se generan por el BAU (business as usual) y que además, requieren de agilidad para testar e iterar de manera rápida hasta encontrar las fuentes de oportunidad. Las barreras al cambio en este tipo de proyectos suelen ser mayores

En una iniciativa de transformación digital es necesario romper la organización de silos con la que habitualmente se trabaja y cambiar a nuevos esquemas de trabajo colaborativos con una visión más transversal entre áreas. Según el Barómetro 2017 sobre la digitalización de las empresas españolas elaborado por Divisadero e IE Business School un 74% de los directivos aseguran que su empresa ya ha iniciado un proceso de Transformación digital, un cambio que va más allá de la estrategia de negocio y afecta de un modo profundo a la cultura corporativa.

Ese cambio cultural, tal como comenta el estudio mencionado, debe ser liderado, según el 60% de las empresas, por el CEO. De hecho, el 57% de las organizaciones reconoce haber incorporado ya perfiles digitales en la alta dirección.

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El cambio cultural, para que sea realmente efectivo y auténtico, tiene que venir de las personas. Ellas mismas tienen que plantearse cómo adquirir capacidades digitales en la organización, y la organización poner los medios para ello.

En nuestra opinión debemos actuar sobre 4 palancas. En primer lugar la visión del cambio que perseguimos. Queremos que nuestros empleados son solo entiendan lo que hay que hacer sino que sean capaces de aportar sumando lo mejor que puedan aportar. Es clave la formación continua, el networking, así como la incorporación de personas jóvenes con perfiles específicos digitales y afines a nuevas metodologías de trabajo más colaborativas y multidisciplinares.

En segundo lugar la colaboración. En la mayoría de las empresas, cada área organiza su trabajo buscando la máxima eficiencia en el logro de sus objetivos. Para conseguir la dinámica adecuada de impulso del cambio es clave crear objetivos comunes a las áreas, premiando la colaboración entre equipos multidisciplinares. Dotarlos de metodologías ágiles centradas en la ejecución rápida consumiendo los mínimos recursos necesarios y con una estructura de coordinación que ayude a crear sinergías entre los equipos.

En tercer lugar la comunicación interna, que en muchas empresas es la “hija huérfana” de RRHH y Marketing. En los procesos de cambio hay que desarrollar las herramientas y competencias de comunicación “one2one” necesarias para involucrar y conseguir el compromiso tanto a nivel de equipos como desde la dirección hacia el resto de los empleados, sin caer en la grandilocuencia de mensajes varios de contenido.

Por último es necesario trabajar la actitud para impulsar un proceso de cambio en el que las incertidumbres son altas. La actitud necesita ejemplo y reconocimiento y se debe potenciar en todas los niveles de la organización

En la digitalización hay mucho que aprender, pero sobre todo mucho que ganar ya que es capaz de generar una cultura corporativa mas fuerte y adaptable.